Guarapari diciembre 2008

Salimos el 30 noviembre 22 amigos entre buzos y acompanantes de Ezeiza rumbo a Brasil con mucha espectativa después de haber visto las fotos y los videos de los companeros que hicieron este viaje en Semana Santa.

Desde el primer momento el grupo se mostró muy compatible, todos nos sentíamos cómodos con todos y había un clima de alegría y ganas de divertirse que presagiaba un viaje feliz como suelen ser los de la cofra.

Al día siguiente salimos a bucear. Después de una movidita navegación (a la cual sobrevivimos gracias al Dramamine) llegamos al punto de buceo. Se armaron los grupos de acuerdo a niveles de experiencia y formadas las parejas y todos equipados fuimos al agua.

La visibilidad resultó una desilusión, entre dos y tres metros, con bastante corriente en el fondo, y en superficie también. La temperatura del agua era de 22 grados.

Esta condición se mantuvo durante todos los días de buceo, aunque el segundo y tercer día tuvimos zonas con 4/5 m. de visibilidad. No obstante, pudimos ver cantidad de peces, estrellas, pulpos, morenas, en todos los buceos. En un solo buceo pudimos ver cinco pulpos y tuvimos el hallazgo de una morenita amarilla, con motas marrones y negras, que yo nunca había visto anteriormente. El tercer y cuarto día visitamos el naufragio Victory. Hermoso barco plagado de cardúmenes. Si con dos metros de visibilidad (y menos también) lo disfruté tanto, no me imagino el disfrute de los cófrades que lo vieron en Semana Santa en todo su esplendor!!

Durante todos los días de buceo la operación fue más que buena, el barco muy cómodo y la tripulación nos atendió con eficiencia y amabilidad.

El mal clima estuvo presente toda la semana, lluvioso y nublado, con algunos ratitos de sol entre nubes, pero como hacia calor, cuando no buceábamos disfrutábamos la playa de todos modos. Despues de pasar la semana nos vinimos con un bastante digno bronceado.

El último día los más intrépidos contratamos un excursion para practicar rafting. Estuvo muy divertido, con guerras de salpicaduras, mucha adrenalina, y algunos episodios de “hombre al agua”.

Como siempre el viaje resultó muy bueno, divertido, dándonos la reafirmación de la idea de que el buceo es simplemente una excusa. Lo que más nos gusta es disfrutar con amigos.